Kevin Durant nunca ha podido controlar su destino

Kevin Durant se sujetó a la barandilla con la mano derecha y cojeó hacia el túnel de jugadores, como si todos sus esfuerzos hubieran sido en vano. Mientras caminaba, Kevin Durant escuchó las quejas de los aficionados, se detuvo, se quitó la camisetas baloncesto número 35 y se la dio a un aficionado de los Phoenix Suns en la grada. Cuando Kevin Durant se quitó la Camiseta Phoenix Suns, el resplandor que dejó a su espalda parecía simbolizar la llegada del fin del mundo. Esta podría ser su última vez jugando para el equipo.

A juzgar por el rendimiento de los Phoenix Suns, sus esperanzas de entrar en los playoffs son cada vez menores. Kevin Durant podría haber jugado su último partido como jugador de los Phoenix Suns. Al igual que los Golden State Warriors, sufrió una trágica lesión. Todos conocen la obsesión de Kevin Durant por el baloncesto. Lo dio todo en cada segundo en la cancha y no falló en ningún partido.

Kevin Durant, de 36 años, ha ido dejando ir poco a poco su deseo y ha asimilado el partido fallido con normalidad. De joven, Kevin Durant se quedaba despierto toda la noche por cada partido perdido, pero ahora sabe que el cuerpo necesita tiempo para recuperarse. Para Kevin Durant y los Phoenix Suns, esta será una temporada llena de altibajos. Han trabajado duro para conseguir un puesto en los playoffs. De hecho, los aficionados que siguen el partido con atención saben que si Kevin Durant no está, el rendimiento de los Phoenix Suns solo empeorará.

Aunque Kevin Durant sabe que su carrera con los Phoenix Suns no llegará lejos, insiste en jugar todos los partidos y nunca se relaja. Durante muchos años, Kevin Durant ha estado acostumbrado a controlar su propio destino, pero las lesiones lo obligan a obedecer una y otra vez. Kevin Durant podría estar destinado a no traer un campeonato a los Phoenix Suns. Dejó atrás a una figura que siempre lo ha dado todo, como ocurrió en 2018. Quizás cuanto más desee un jugador liberarse de las reglas del destino, menos satisfactoria será su vida. Esta es la contienda entre los humanos y Dios.